16 Sep No necesitas talento: necesitas voluntad
Tanto hablar de talento, tanto hablar de talento, nos pasa que aquellos de nosotros que no nos sentimos especialmente talentosos, que no hemos encontrado nuestro punto G profesional – el que nos lleva a la cima de nuestra capacidad de lograr resultados -, nos sentimos unos parias de la sociedad.
Porque ahora no sólo debes tener una licenciatura y un máster como requisitos sine qua non, sino que encima tienes que tener un talento y una pasión.
Y si se pudieran lograr a base de pasar exámenes, oye, ¿quién no se apunta?
Pero por desgracia, no hay examen que apruebes y te lleves el título de “Apasionado en Pesca con mosca” o “Talento singular para rehabilitación de coches antiguos”.
Y soy la primera que entono el mea culpa, porque soy de las que empuja la búsqueda de la pasión y del talento en el prójimo (especialmente en el prójimo que me paga por ello 😉
Pero la cruda realidad es que:
La pasión raramente se tiene*. Se encuentra –si tienes suerte- mientras estás en el camino de aprender y experimentar.
(*) Como toda generalización, no es cierta para un porcentaje de gente que sienten una vocación –habitualmente desde temprana edad-, que, siendo un porcentaje pequeño de la población, es contra quienes nos medimos el otro 90% de gente que valemos igual para un roto que un descosido y nos sentimos profesionales de segunda ante la carencia de tan mágica condición.
El coeficiente intelectual no es en absoluto predictor del éxito de una persona. Esto creo que ya nos ha quedado claro a todos a base de años de repetírnoslo – aunque seguimos midiéndolo y por desgracia académicamente, sigue siendo lo que cuenta.
Y el talento, esa palabra con cualidades de superhéroe que nos dicen que todos tenemos, y sobre la que depositamos todas nuestras esperanzas de epatar a los vecinos con nuestra capacidad de lograr resultados… por desgracia los estudios más recientes nos dicen que tampoco es la clave de nuestro éxito futuro.
Lo cierto es que la característica que predice de manera más significativa que vayas a tener éxito en lo que persigues, en lo que trabajas, en lo que quieres… es tu DETERMINACIÓN.
Determinación es pasión + perseverancia para lograr objetivos a largo plazo.
Determinación es tener resistencia.
Determinación es pegarte a tu objetivo futuro como un sello a una carta y seguirlo, no sólo un día un mes, sino años si es necesario.
Determinación es plantearte la vida como una maratón, no como un sprint.
Mucha gente (muchísima, por desgracia) tiene un talento potencial que no lleva a ninguna parte porque no es capaz de acabar lo que empieza. No es capaz de mantenerse fiel a sus compromisos. No es capaz de llegar hasta donde tiene que llegar para alcanzar sus objetivos, para alcanzar el éxito que desea.
No tiene determinación.
En cambio, para sorpresa –y alegría, espero- de quien se siente sin un talento especial y por tanto, abocado a no ser nadie especial en la vida, que sepas que HAY gente que, sin partir de un talento especial pero con gran determinación y perseverancia, logra muchísimo más – más éxito, más resultados, más satisfacción, más reconocimiento – que gente que a priori era *súper talentosa*.
La clave parece residir en algo pequeño: esta gente que no parte de unas habilidades o fortalezas especialmente llamativas o potentes, en cambio sabe que la clave no está en EMPEZAR siendo el más listo sino ACABAR siendo el más listo.
Es decir: es gente que SABE que ni su personalidad ni sus habilidades están prefijadas, establecidas y condenadas a ser las que son. Es gente que SABE que PUEDE CONVERTIRSE en el tipo de persona que deben llegar a ser para alcanzar lo que desean.
Y esta pequeña creencia, cambia TODO en la vida.
Esta pequeña creencia de que cada uno tiene el poder de transformar lo que es –y por tanto, su vida-, hace que el famoso talento que el mundo cree que, o se tiene o no – y nos convierte en una profecía autocumplida – resulta que puedes DESARROLLARLO aunque no nazcas con él.
No me malinterpretes: no estoy diciendo que todo el mundo pueda llegar a ser Einstein sólo por creer que puede.
Lo que digo es que si tú crees que tu potencial no está preescrito para ti, no está decidido por ti, sino que puedes llegar a mucho más de lo que piensas con años de aprendizaje y DETERMINACIÓN, esta creencia maravillosamente liberadora y esperanzadora te va a permitir vivir una vida y plantearte unos objetivos más allá de lo que pensabas que estaba preescrito para ti, que se había decidido previamente por ti, por el hecho de tener un adn u otro.
Y la determinación de llegar a ser quien necesitas ser para alcanzar el éxito que deseas, ESO es más grande y te llevará con mucha más seguridad al éxito que cualquier talento o cualquier coeficiente intelectual.